Una tragedia desgarradora ha conmocionado a la comunidad, donde una niña de un año y cuatro meses perdió la vida tras ser dejada sola en casa durante casi dos semanas. Una mujer residente de Ohio, Estados Unidos, enfrenta ahora la sentencia más severa: cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
Kristel Candelario, de 32 años, admitió su culpabilidad el mes pasado por homicidio agravado y poner en peligro a un menor, como parte de un acuerdo con la fiscalía del condado de Cuyahoga. Se desestimaron dos cargos de homicidio y uno de agresión agravada.
Los informes de las autoridades revelan que Candelario abandonó a su hija, Jailyn, en su hogar en Cleveland mientras se fue de vacaciones a Detroit y Puerto Rico en junio de 2023. Regresó diez días después y encontró a la niña sin signos vitales, por lo que llamó al 911.
Los socorristas descubrieron que la menor estaba severamente deshidratada y poco después fue declarada muerta.
La autopsia del condado de Cuyahoga determinó que la pequeña murió de hambre y deshidratación extrema. El juez del Tribunal de Litigios Ordinarios del condado, Brendan Sheehan, censuró duramente a Kristel por su acción, calificándola como "la traición máxima" hacia su hija. Afirmó que, al igual que privó a Jailyn de alimentos y cuidados, ahora ella perderá su libertad por el resto de su vida, aunque en prisión se le proporcionará lo que negó a su propia hija.
Kristel, quien ha enfrentado problemas de salud mental, compartió su dolor y remordimiento, confesando que reza cada día por el perdón. Expresó su profundo pesar por la pérdida de su hija y reconoció que no busca justificar sus acciones, pero añadió que nadie comprende realmente su sufrimiento y las dificultades que enfrentaba. En sus propias palabras, espera encontrar perdón tanto de Dios como de su hija.
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